Cada día es más importante aprender a desaprender y para ello, empezaremos por su significado: desaprender es descartar algo de la memoria para dar paso a una nueva forma de hacer y afrontar las cosas; es dejar abrir nuestra mente a nuevos conocimientos antes desconocidos o no valorados. Desaprender implica afrontar y resolver los problemas de forma diferente a la habitual.
Para poder desaprender tienes que hacer un esfuerzo consciente, de revisar tus conductas, tus hábitos, la forma en que haces las cosas y analizar cuáles te están dando los resultados que deseas y cuáles no, sin dejar a un lado la posibilidad de mejora continua.
Cambiarlas no es tarea fácil, aunque tampoco imposible. El primer paso es detectarla, ser consciente de que esa conducta cuando “salta” ante tal o cual situación no nos trae beneficios sino todo lo contrario. Y a partir de ahí deberás estar alerta para cambiarla por otra más apropiada. Posiblemente, al principio recaerás con frecuencia, pero ¡no tires la toalla! El éxito depende solo de ti y tu perseverancia y conforme vayas avanzando, cada vez te saldrá mejor hasta conseguir que se cree un hábito. ¡“Solo” es cuestión de tiempo!
⠀
Todo este proceso, cuanto más lo repitas (con conductas diferentes), más valiosa información te dará sobre ti, incrementando exponencialmente tu nivel de autoconocimiento: observa-te y critica-te de forma constructiva, reflexiona y agradece el beneficio que obtuviste de esa forma de actuar durante un tiempo y piensa en las desventajas que ahora tiene para ti y cómo repercuten en tu entorno. Y lo mejor de todo: “elige” las nuevas conductas que te aporten beneficios, que te empoderen.
⠀
Vive el “desaprendizaje” como una limpieza general en tu “casa”. Abre trasteros y armarios repletos de cosas inservibles y atrévete a deshacerte de ellas y plantéate un futuro pleno de reaprendizaje. ¡El/la mayor beneficiad@ serás tú!
⠀
¿Dispuest@ a aprender a desaprender para volver a aprender? ¿Para quéee? Para hacer espacio a lo nuevo, lo útil y lo empoderador.