¿A quién no se le ilumina con una sonrisa el rostro solo con pensar en una comida compartida con familia o amigos? ¿A quién no le despierta sentimientos de dulce expectación o nostalgia? Seguro que leyendo esto casi puedes oler las velas, saborear los platos, oír esas canciones tan familiares en nuestras mentes.
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Los rituales alrededor de una mesa marcan algunos de los momentos más importantes de nuestras vidas, desde los hitos personales, como los cumpleaños o las bodas, o una simple comida con tu madre a la que no ves desde hace varios días.
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El acto de comer es algo realmente placentero, gratificante y con mucha carga emocional. Compartir como símbolo de comunidad que allana el camino a la conversación y la conexión. ¿No es acaso más fácil recurrir a esta conexión que preguntar “cómo estás” o decir “te quiero” si nunca nos enseñaron a sostener las respuestas o a expresar con palabras nuestros sentimientos?
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Si la exuberancia sensorial ayuda a crear recuerdos perdurables de esos momentos y los graba en nuestra memoria como acontecimientos especiales dignos de guardar, ¿cómo no recurrir a ellos para huir de otras herramientas que tenemos totalmente abandonadas?
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Es por eso que recurrimos a los banquetes muy frecuentemente como amortiguadores de la ansiedad tanto para nosotr@s mism@s como para ayudar a quienes tenemos enfrente y no sabemos acompañar.
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He pensado mucho sobre ello, porque es un hecho que se repite día a día en la consulta: “la cena es el momento del día que peor gestiono”, “si como en casa de mis padres la mesa está repleta de comidas contundentes”, “no concibo un cumpleaños sin platos insanos”, etc. Creo que la vida diaria es bastante estresante y está llena de incertidumbre. El hecho de poder tener un momento en el día en el que sabemos exactamente qué hacer, porque siempre lo hemos hecho así, nos transmite una agradable sensación de estructura, control y estabilidad ¡Y es aquí donde aparece el anclaje comida=parche!
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¿Te sientes indentificad@ con estas acciones? ¿Sueles demostrar(te) amor a través de banquetes? Si necesitas ayuda puedo acompañarte en cómo te relaciones con la comida. ¡No dejes de ponerte en contacto conmigo y nos pondremos manos a la obra!